Residencia

—Tenés que dejar de tomar así Juan, el hígado no te va a aguantar—

—Te equivocas Andrea, mientras que tenga algo para dar el conteo no va a llegar a 10, me voy a volver a parar antes de que suene la campana—

—Otra vez con esa mierda del boxeo, vos sos escritor, no boxeador, las letras no se las sacas a las botellas, ni a la putas, las letras nacen de la observación y con esa mirada borracha y difusa no podes ni escribir tu nombre—

—Yo no quiero escribir mi nombre si no hay fuerza en él, y para ver si es fuerte hay que probarlo… De vez en cuando hay que salir a buscar los problemas, si te quedas quieto, si te quitas los guantes y esperas en la esquina del cuadrilátero, si llegas a sentirte cómodo y olvidas lo que es un golpe a la quijada, un gancho en la costillas, estás muerto, es así de simple. Hay que llevarlo a probar su valía, su dignidad, hay que acorralarse contra las cuerdas y golpearlo con todo lo que se atraviese, hasta quedar hecho añicos, hasta sangrar, es justo y necesario—.

—A mí me lo decís, a mí, vos no tenés consideración ni conciencia, yo tiro todos los días mi cuerpo al ring, a vos por lo menos el alcohol te borra todo recuerdo de tu noche, te queda el dolor, el sudor, los moretones, pero a mí me quedan los recuerdos, soy yo quien te saca de las camas de las otras putas, soy yo quien te veo con vómito en el pelo, soy yo la que he creído que te me vas a desangrar entre las manos y vos crees que a mí me tenés que explicar eso—

—Cortá con el melodrama, si no querés más esta realidad, cámbiala, lárgate, déjame solo, pero yo ya te lo dije, yo solo puedo sacarle letras a la vida cuando estoy destrozado, cuando el dolor me sabe y me huele, no se puede fingir, en mi profesión no, si alguien se da cuenta de que un verso miente, que como escritor no sé cuanto mide el miedo, cuánto pesa el tiempo, a qué sabe el dolor… no tendría ningún presente, destruirán mi pasado y créeme, no quedaría ningún futuro—.

—¿Futuro, pasado, presente?, vos solo no tenés nada de eso, a vos te pesan las manos para escribir y corres a meter la cabeza en alcohol para terminar esa media novela que tenés metida entre la garganta, pero no te das cuenta que la otra mitad nunca la vas a poder sacar, porque sos así, mediocre, porque estás lleno de excusa y de mierda, de miedos, tengo razón, esa imagen sos vos, ese hombre medio difuso que en las mañanas prefiere ver su reflejo en vómito, que en un espejo, ese sos vos—

—¿Sabés porque volves igual siempre no, donde este mediocre que se arrastra por las calles?, ¿lo tenés claro no?, en una buena noche vos te podes coger 10 hombres más bellos que yo, incluso y aunque es poco posible a hombres mejores dotados que yo, pero todos tienen asco, de vos de la vida, vos volvés a mí por lo mismo que yo vuelvo a las calles en busca de mis letras, porque sé que la única puta impagable es la vida, con mi puta suerte, con mi puta vida, con mis putas ganas de verte gritar, sabés bien que yo no tengo asco, porque estoy vivo, y que es este viejo de mierda el que te compensa los orgasmos que fingís cada noche, ahora deja de joder, vení acá a la cama, dame de beber de tu entrepierna antes que la resaca me mate, chupámela y extraé el veneno que me está arruinando el hígado, y sudemos este disgusto, necesito escribir un verso antes de dormir, así sea con mi semen sobre tus tetas—