Desde que tengo catorce años, sucede lo mismo, me paso de tragos, voy a un baño, busco un espejo y tras lograr enfocarme me encaro de manera descarada
– Vos qué estás haciendo –
Algunas veces me respondo, y en ocasiones estoy tan ebrio que trato de convencerme de que todo va bien, mientras que yo, también en el espejo, sé que es todo mentira, es como tratar de disuadirme a mí mismo de que no hay razón para angustiarse, es un ritual entendés, yo estoy acostumbrado a mi molesta presencia cuando estoy ebrio, pero decime:
– Qué haces aquí, hoy no me he tomado ni un trago, déjame en paz, sobrio no te tolero –
– Ese es el problema, yo tampoco te soporto sobrio, sin licor sos tan aburrido, me muero del tedio –
– Exageras, no estamos tan mal –
– ¿No podrías escribir algo al menos? –
– que buena idea, ¿se te ocurrió a vos solito?, ¿crees que no he pensado en escribir, en mover tu culo y el mío frente al teclado y empezar a escribir algo? –
– Bueno y entonces porque llevas días, sin tocar un libro, ni empezar a escribir algo –
– Y bueno ya que vos estás tan avivado, por qué no me decís cuál es tu teoría al respecto, contame porque ni vos, ni yo estamos ahí escribiendo sobre algo-
– Porque sos un vago, preferís estar todo el día en el balcón entre café y café, entre mate y mate, y de darle las teclas poco –
– Ah, ahora la culpa es mía, quiero que sepas que no se me ocurre nada bueno, o nuevo, nada interesante como para empezar eso es todo –
– Y cómo se te va a ocurrir algo, sino te expones a nada, llevas días sofocándonos, no hablás con nadie, no salís, no bebés, dios solo estás ahí todo el día con la bragueta abajo y la verga arriba, no podés por lo menos encontrar otra solución ante el aburrimiento que la masturbación, no podrías hacer algo de provecho, algo por vos, estás por terminar todo el repositorio de porno de youporn-
– No creo que eso sea humanamente posible –
– Vas en la página 37 de la búsqueda de pecosas y ya terminaste con las 25 de crespas, no podrías al menos usar tu imaginación para eso, capaz así al menos te sale uno de esos cuentos de viejo verde, y mirá que al final no te salen tan mal –
– Por eso no te soporto, sobrio, echas más cantaleta que tía solterona –
– Pero sabés que ya sé que hacer, voy a escribir sobre vos, sobre lo molesto que sos, voy a destruirte, igual como planeo destruir literariamente a todo lo que me molesta, empezaré diciendo algo como: desde que tengo 14 años, cada que me paso de tragos, busco un baño con espejo y tras lograr contacto visual… Es más sabés que, lo voy a llamar Monólogo Compartido-