Un ducha fría

Afuera hay ruido, uno fuerte y ensordecedor, afuera hay gritos salvajes y airados, pero dentro del camerino es solo un murmullo, dentro del camerino el ruido no está afuera sino adentro de cada uno, allí es cada uno con su propio mundo gritando, dentro está cada uno repasando las palabras de los del frente, las peleas con las novias, o con los papás, los más asustados se escuchan a sí mismos, siempre es igual, necesitan algo fuerte, algo que los haga volver, que los saque del calor del juego, del fuego del juego, por suerte les tengo una sorpresa.

Vengan, los reúno, vengan acá les digo y los miro a la cara, a los ojos, la culpa es de ustedes digo y todos callan, esperaban algo más seguro, pero no hay mentiras dentro del camerino les digo, es por eso que, aunque el estadio es un murmullo sus cabezas están llenas de reclamos peores que los que les gritan de las gradas, sí, no están dando el 100% y no lo están haciendo porque han perdido el norte.

Entre más silencio se hace más dolor se siente, más miedo, más ausencia, más distancia, ellos callan, no entienden, esperaban otras palabras, pero no hay más palabras, saben que dentro del camerino no se miente, son pocas reglas, porque son reglas simples, solo 3, la primera regla del camerino es no se habla de lo que se habla en el camerino, lo sé un cliché, pero ellos no han visto el club de la pelea y estoy seguro que tampoco lo han leído, así que venía bien, la segunda regla es dentro del camerino no se miente, y la tercera es dentro del camerino el hubiera no existe… no están concentrado les digo después de pensar, no están conectados ni presentes, están fuera del camerino, están fuera de ustedes, se quedaron en sus casas, con sus novias, novios, se quedaron con sus problemas, con sus ausencias, se quedaron solos, se quedaron sin capitán y el capitán sin equipo, los digo recorriendo con la mirada cada par de ojos atentos, no es una regla pero es sentido común, al que habla se le mira a los ojos, todos me sostienen la mirada, saben que no miento, lo saben porque dentro del camerino no se miente, y saben que es verdad, que se han estado mintiendo, algunos ojos se empiezan a llenar de lágrimas, duele, pero eso es bueno, la verdad duele y dentro del camerino no se miente.

Quedan 15 minutos, no todo está perdido les digo, y muchos creen que miento, pero dudan porque saben que yo sé que dentro del camerino no se miente, no todo está perdido repito, vamos a bajo por 30 puntos, en un cuarto de tiempo parece imposible y por eso algunos creen que miento, pero dentro del camerino no existen los hubiera así que creo en lo que digo, y no miento al decirlo, aún hay algo por hacer, aún hay algo por sacar digo, hay que sacar la basura, su basura, esta basura, les falta convicción y creer en ustedes les digo mirándolos ojos, podría decirlo distinto, más suave, más amable, pero no existen hubieras dentro del camerino y había que decirlo, creo en eso, creo en ustedes les digo mirándolos a los ojos, viendo lágrimas en sus ojos, y de repente dentro de esos ojos irritados y llorosos dentro de esas pupilas, se ve algo diferente, algo de esperanza, hago la seña y cortan el agua el caliente, a las duchas, grito, a las duchas, quedan 15 minutos, vocifero y todos corren a las duchas…

El discurso les ha hecho bien, pero no es suficiente, creo que no es suficiente, necesitan algo que los saque del fuego, y entonces gritan todos en un vibrato espantoso. Me gusta ser redundante, y el agua fría.

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